jueves, 20 de octubre de 2011

para reflexionar

y este es el otro articulo extraido también de spanish revolution

Hacia un nuevo sistema económico. CEJ Colectivo Economistas Junto
De José Maria Blanco Gimenez, el Lunes, 12 de septiembre de 2011:

Un Estado debe tener cuatro pilares fundamentales: Sanidad, Educación, Seguridad y Protección Social (Pensiones, ayudas a los desfavorecidos, etc.)
La financiación de estos cuatro pilares no puede estar sometida de ninguna manera a restricciones derivadas del sistema económico basado en el dinero deuda.
El objetivo en la Sanidad debe ser la atención completa a los ciudadanos, tanto con medidas preventivas como curativas y los medios económicos, humanos y materiales deben ser suficientes para satisfacer esas necesidades, estableciendo el ratio optimo entre profesionales de la sanidad y los ciudadanos.
Le educación es fundamental y debe establecerse una formación integral desde el jardín de infancia con especial atención a recuperación de los valores perdidos, inculcar el cultivo del merito y el esfuerzo, el cultivo de las artes y de las ciencias y la enseñanza de lenguas extranjeras. El número óptimo de alumnos por aula debe ser establecido por una comisión de expertos.
La Seguridad tiene dos sistemas importantes, el sistema judicial y el subsistema policial, ambos deben tener a su disposición los medios humanos, materiales y económicos necesarios para desempeñar con eficacia su misión. Los profesionales de ambos sistemas deben ser apartidistas y jurar desempeñar sus cargos con absoluta desvinculación de partidos políticos o asociaciones de significación política. El control del fraude es un control más de los muchos que deben desempeñar ambos sistemas.
Las pensiones y demás medidas de protección social deben ser las adecuadas, para que la vida de los ciudadanos sea digna.
Para llevar a cabo una política que cumpla con el mantenimiento y fortalecimiento de estos cuatro pilares y que la actividad económica basada en la economía de libre empresa sea próspera deben removerse todos los obstáculos que impiden el libre ejercicio de los derechos y libertades de los ciudadanos.
La financiación de las necesidades de los ciudadanos, para poder vivir con dignidad, exige el cambio de las reglas del juego desde el punto de vista económico. El sistema actual está basado en el dinero deuda en el que las restricciones y recortes parecen ser las únicas soluciones para que las cuentas cuadren y subordinan a los ciudadanos al sistema económico, cuando lo que debiera ser, es que el sistema económico estuviera al servicio de los ciudadanos. Este sistema debe ser superado por otro en el que el dinero soberano se pone al servicio de la Sociedad.
La Economía de libre empresa exige la disponibilidad de capitales cuando estos se necesitan. No sobran trabajadores, lo que falta es dinero en circulación. El dinero sirve para intercambiar bienes y servicios, y por tanto debe circular. El ahorro es diferir el gasto y no tiene nada que ver con el atesoramiento u ocultación con fines especulativos. Unos ahorran para que otros gasten, los que ahorran difieren su gasto. Deben implementarse leyes que acaben con los paraísos fiscales y la ocultación de dinero. La crisis actual no se ha producido por escasez de dinero. Se ha producido por escasez de dinero en circulación. Hay mucho dinero pero permanece oculto. De hecho hay tanto dinero fabricado que si todo circulara se hundiría el sistema. No se ha cumplido la regla del equilibrio y el resultado es el actual: Personas quieren consumir, personas quieren producir, pero no hay dinero con el que intercambiar.

¿Como se obtiene ese dinero? Cambiando las reglas del juego internacionales.
Un Gobierno surgido de nuestro movimiento emanado de la sociedad civil debe marcarse como objetivo un nuevo método para la fijación del valor de la moneda. Ese Gobierno junto con otros debe convocar una reunión internacional para la institucionalización de un nuevo sistema económico que esté al servicio del pueblo
Ese objetivo solo se cumplirá con la revisión y puesta al día de los acuerdos de Bretton Woods:
Hay que recuperar parte de la propuesta de John Maynard Keynes.
El plan Keynes se apoyaba en la creación de un órgano internacional de compensación, el International Clearing Union, que sería capaz de emitir una moneda internacional (Bancor) vinculada a las divisas fuertes y canjeable en moneda local por medio de un cambio fijo. A través de la ICU los países con excedentes financiarían a los países deficitarios, vía una transferencia de sus excedentes, de esta manera se tendría la ventaja de hacer crecer la demanda mundial y de evitar la deflación, lo que finalmente sería beneficioso para todos los países.
La clave de esta propuesta era que los países acreedores y los deudores estarían obligados a mantener una balanza comercial equilibrada y, en caso de incumplimiento, a pagar intereses sobre la diferencia; de los gobiernos dependerían las medidas para mantener una cuenta cero. El plan era totalmente democrático: los intereses comerciales más poderosos no podrían distorsionar la balanza comercial y los ciudadanos de un país cuyo sector productivo fuera fuerte no perderían los resultados materiales de sus esfuerzos por causa de una exportación ininterrumpida de los productos que fabrican, pero EE.UU. al final de la guerra poseía el 80% de las reservas mundiales de oro y era un país fuertemente acreedor y no quería estar obligado a gastar su superávit comercial en los países deudores, por lo que este plan no convenía a sus intereses y aprovechando su mayor influencia política y la situación vulnerable de sus aliados británicos, necesitados de créditos americanos para superar la guerra presionó para que el plan británico fuera rechazado.
El grado de manejo de la Conferencia por Estados Unidos quedó claro en la determinación de las cuotas de los países miembros del Fondo. Este asunto ha sido y es central para el gobierno del Fondo, porque la cuota determina el poder de votación y control. Finalmente se estableció un complejo sistema de cálculos económico-matemáticos que daban la apariencia de legitimidad a las asignaciones ya determinadas previamente por Estados Unidos.
Sobre un capital total de 8.800 millones de USD, a EE.UU. le correspondería una cuota de 2.740 millones (equivalente al 31,1 %), al Reino Unido 1.300 millones (14,8 %), la Unión Soviética 1.200 (13,6 %), China 550 (6,3%) y Francia 450 (5,1%), para los cinco primeros. Una vez asegurado el control de las cuotas, fue fácil para EEUU establecer la sede del BM y el FMI en su territorio. Gran Bretaña pidió que al menos una de ellas se estableciera en Europa, pero no tuvo éxito. Keynes al ver la enorme influencia que iba a tener EEUU en estas instituciones intentó en vano que los directores ejecutivos del Fondo fueran funcionarios de tiempo parcial subordinados a bancos centrales nacionales, de manera que muchas decisiones fueran ajenas a ciudadanos estadounidenses.

El International Clearing Union de nueva creación aboliría al dólar como moneda de reserva mundial, y no debería implicar la creación por fuerza de una nueva moneda. De hecho es deseable que eso no sea así para no concentrar tanto poder en tan pocas manos. El ICU establecería un nuevo método en la fijación del valor de las monedas. Dicho valor se podría calcular sobre la base de estudios estadísticos respecto a los precios de los bienes y servicios estableciendo el llamado valor óptimo de intercambio. Este voi supondría la introducción de un mecanismo de estabilidad en los precios en los que el justo beneficio por actividad económica estaría incluido. El ICU obligaría a los Estados signatarios del nuevo acuerdo internacional a la adopción de Bancos Centrales Públicos supeditados a los respectivos Parlamentos Nacionales. Dichos Bancos emitirían dinero soberano libre de deuda desde su impresión y la cantidad de circulante estaría en ecuación directa al PIB de cada uno de los Países signatarios. La impresión de dinero se haría a instancias del Ministro de Economía de cada uno de los países y el Tribunal Internacional de Control de Cuentas dependiente del ICU se encargaría de fiscalizar que el dinero puesto en circulación es siempre proporcional a los bienes y servicios que va a permitir intercambiar. Las políticas económicas de los respectivos Gobiernos estarían supeditadas a la libertad de Empresa y a la Triada de Asignación Optima. Sobre la base de estudios estadísticos, y de prospectiva mediante la informática se elaborarían los presupuestos generales de cada uno de los estados signatarios, asegurando los cuatro pilares básicos de la Sociedad: Sanidad, Educación, Seguridad y Protección Social. Las Empresas serian apoyadas en base a la Triada se Asignación Optima, previendo las necesidades de la Sociedad en todos los aspectos de la vida humana. El crecimiento económico seria llevado a cabo con especial atención al respeto hacia la naturaleza y al equilibrio ecológico con la sostenibilidad como meta final. La irrupción de la revolución robótica a medio plazo planteara el hecho de que mucho del trabajo que ahora hacen los humanos será llevado a cabo por máquinas, con lo que la riqueza necesaria para la vida y felicidad humana se podrá obtener con menos trabajo humano, por lo que es urgente realizar estudios de prospectiva acerca de cuál es el optimo numero máximo de seres humanos que nuestro Planeta puede soportar y como paulatinamente las jornadas de trabajo humano irán reduciéndose, aumentado el tiempo del ocio para el cultivo de las artes, las ciencias, el deporte y actividades lúdicas.

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